viernes, 26 de septiembre de 2008

Historia de la indumentaria masculina


Vivimos en un momento de fuertes identidades
Dijo Ana Torrejón en la Facultad DC-UP

Dentro de la segunda edición del Fashion Lab, como cierre de los workshops sobre Asesoramiento de imagen, Ana Torrejón dio una conferencia sobre las Verdades y Mitos sobre la elegancia y el vestir del hombre contemporáneo, donde hizo un viaje histórico hasta llegar al día de hoy y explicó cuáles son las tendencias al vestir del hombre actual.

En este encuentro vamos a reflexionar sobre un tema: el protocolo de la indumentaria masculina”, comenzó diciendo Torrejón. Y citó una frase de Henry Murger del año 1800: “Los trajes no van a pasar de ser una ropa miserable y de la vida bohemia. No hay futuro para ellos fuera de los antros”, sobre esto comentó: “Evidentemente Murger no fue un visionario para su época, eso era lo que una sociedad entera pensaba. El traje tal cual lo conocemos hoy viene del siglo XIX, acompañó al hombre a lo largo de tres siglos, le fue funcional y fue utilizado como un emblema de poder. Es una pieza requerida en términos de dar una imagen, no existe otra indumentaria que tenga sus funciones”.
La historia del vestir masculino, explicó, tiene una larga historia en el devenir de los tiempos. Hasta el siglo XVIII la figura emblemática era el monarca. Un hombre en el 1800 se cambiaba de ropa 6 a 7 veces por día, desde el sombrero hasta los zapatos: “El hombre moderno, en cambio, es práctico, funcional, busca estar confortable y tener a su vez una buena imagen. Es una persona operativa que simplifica sus operaciones indumentarias”.
Sobre el concepto de masculinidad comentó: “Se ha resignificado, hay variables del pasado que tienen un cierto protocolo y una lógica y variables actuales que tienen que ver con una dinámica estética, sociopolítica y sexual”. Sobre el pantalón contó que hace referencia a un sustento: el hecho de mostrar que las piernas estén aferradas a la tierra. El cierre, en lugar de los botones, se comenzó a utilizar en 1934, fue una revolución muy resistida por el poder que tenían los sastres en ese momento. El cinturón se utilizó a partir de la década del `20, hasta esa fecha se usaban tiradores. La corbata existe desde la antigüedad, pero comenzó a usarse recién en el siglo XVII.
Bromeando sobre la moda en la sociedad norteamericana dijo: “Cada vez que un empresario usa una camisa de manga corta debajo de un traje, muere un sastre en París”. Y con respecto a los colores que se deben usar dijo: “Para ir a trabajar el hombre debe usar un traje gris, arena o azulino, que son colores diurnos. Medias acordes y un calzado impecable. Cuando un hombre cruza una pierna a una se le cae un ídolo”.
Para finalizar, hizo referencia a la actualidad: “Vivimos en un momento de fuertes identidades. Hoy se luce distinto, los cuerpos también cambiaron, estamos en un mundo en movimiento. Este hombre puede usar saco y corbata, o no, puede teñirse el pelo o decidir no hacerlo. Y puede parecer y ser”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A Ana Torrejon la conoci en un workshop de la up, me parecio super profesional y muy comprometida con su trabajo.